Janet Jackson siente una profunda ‘decepción’ por sus matrimonios

La cantante se fugó con James DeBarge en septiembre de 1984, pero su unión fue anulada 14 meses más tarde, antes de casarse en secreto con René Elizondo Jr. en 1991 y luego con Wissam Al Mana -el padre de su hijo de siete años Eissa- en 2012.

Janet Jackson siente una profunda “decepción” por sus matrimonios.

La cantante, de 58 años, se fugó con James DeBarge en septiembre de 1984, pero su unión fue anulada 14 meses más tarde, antes de casarse en secreto con René Elizondo Jr. en 1991 y luego con Wissam Al Mana -el padre de su hijo de siete años Eissa- en 2012, pero ha admitido que ninguna de las uniones resultó como ella esperaba, en particular la tercera.

Al ser cuestionada por su mayor decepción, Janet -que se separó de Wissam a los pocos meses de nacer su hijo en 2017- declaró a la revista de los sábados del diario The Guardian: “Cada uno de mis matrimonios”.

Pero luego corrigió y aclaró: “Sólo el último”.

La intérprete de ‘Together Again’ ya ha hablado en otras ocasiones de sus relaciones controladoras y espera poder “romper ese patrón” si vuelve a encontrar el amor.

Dijo: “Rezo a Dios. Estoy soltera, así que le pido a Dios que me ponga lentes diferentes a los que tenía antes. Sé que si apareciera alguien… aunque no lo reconociera, te garantizo que mis amigos me sacudirían y me dirían: ‘¿Qué estás haciendo?’. Pero creo que ahora lo veo con otros ojos. Creo que estoy rompiendo ese patrón”.

Janet sólo tenía nueve años cuando debutó en televisión, haciendo un dúo con su hermano Randy en ‘The Carol Burnett Show’, y está decidida a que la infancia de su propio hijo sea diferente.

A la pregunta de cómo se comparan sus infancias, respondió: “Completamente diferente, porque yo trabajé y él no. Y eso es todo. Quiero que viva la experiencia de ser niño, porque esto no se repite. Eres un adulto para el resto de tu vida, así que quiero que disfrute cada minuto de ser un niño. ¿No crees que has aprendido de tus padres? Hay cosas que desearías que tus padres hubieran hecho de otra manera y dices: ‘No, le voy a decir esto [a mi hijo]’. Porque si hubieran hecho esto conmigo, habría sido mucho mejor para mí de niña. Lo odiaba de niña, pero ahora estoy agradecida. Tengo que dar crédito a mis padres por mantenerme con los pies en la tierra”.