La actriz, de 59 años, habló en público del envejecimiento antes de la publicación de su nuevo libro de memorias, ‘Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old’.
Brooke Shields ha bromeado con que desearía que su cuerpo fuera “un poco más alto y delgado”.
La actriz, de 59 años, habló en público del envejecimiento antes de la publicación de su nuevo libro de memorias, ‘Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old’.
Ahora ha dicho acerca del libro durante una participación en ‘Good Morning America’: “Es importante entender dónde has estado, pero creo que es realmente alegre decir: ‘Puede que no sepa adónde voy, pero estoy aquí. Esta es una época diferente a la que solía ser’. Y sí, quiero tener el mejor aspecto posible y estar sana. De nuevo, siempre digo: ‘Ojalá mi cuerpo fuera un poco más alto y delgado'”.
Refiriéndose a sus dos hijas -Rowan, de 21 años, y Grier, de 18-, añadió: “Miro a mis preciosas niñas, y están muy animadas. Pero del mismo modo, me he ganado todo lo que tengo en la cara. Es importante darse una palmadita en la espalda y decir: ‘¿Qué quieres hacer ahora?’. Ya no estás atada a la biología de la misma manera”.
Brooke también utilizó su libro para denunciar a un cirujano por practicarle un rejuvenecimiento vaginal sin su consentimiento.
Desde el instituto, la modelo sufrió molestias, hemorragias y rozaduras debido a la longitud de sus labios vaginales, y ahora se pronunció en contra de un médico que, según ella, le dio un “pequeño extra” durante la operación de sus partes íntimas.
En su autobiografía, de próxima publicación, afirmó que le recomendaron que se sometiera a una reducción de labios para solucionar sus problemas. Pero se quejó de no haber dado su consentimiento sobre lo que ocurrió en el quirófano.
Brooke dijo que después de pasar por el quirófano tuvo una revisión con su cirujano de Beverly Hills, durante la cual éste le informó “orgullosamente” que hizo “un pequeño doblete” al que ella no dio su consentimiento.
El médico practicó a la estrella de ‘Blue Lagoon’ un rejuvenecimiento vaginal, definido como la disminución del diámetro medio de la vagina, principalmente por razones sexuales.
Brooke añadió en su libro que quedó en shock por el procedimiento “irreversible”, que calificó de “invasión”.
También lo comparó con una “especie de violación”.