La marca homónima de la diseñadora de 53 años es propiedad parcial de la mayor empresa de artículos de lujo del mundo, LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton SE, desde 2019, pero Stella ha decidido independizarse.
Stella McCartney recompra su “participación minoritaria” a LVMH.
La marca homónima de la diseñadora de 53 años es propiedad parcial de la mayor empresa de artículos de lujo del mundo, LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton SE, desde 2019, pero “tras más de cinco años de fructífera colaboración”, Stella ha decidido independizarse.
En un comunicado de LVMH -propiedad de la familia Arnault- se podía leer: “Este nuevo capítulo para Stella McCartney refleja su deseo de escribir una nueva página de su historia de forma independiente, tras haber trabajado estrechamente con el grupo para reforzar los fundamentos y la gobernanza de su casa”.
A pesar de recuperar la plena propiedad, Stella seguirá colaborando estrechamente con la familia Arnault en materia de sostenibilidad como embajadora.
Antes de llegar a un acuerdo con LVMH, Stella -hija de la leyenda de The Beatles, Paul McCartney- tenía un acuerdo al 50% con Kering.
En noviembre, Stella fue nombrada Persona del Año por PETA por su compromiso con la creación de colecciones elegantes sin utilizar productos de origen animal.
La activista por los derechos de los animales y ecologista se declaró “muy orgullosa” de haber conseguido el título 2024 tras el lanzamiento de su campaña ‘It’s About F****** Time’, cuyo objetivo era inspirar a “nuestra comunidad para que actúe en favor de la Madre Tierra y sus criaturas”, y que era una iniciativa conjunta con PETA para poner fin al uso de la piel en el sector de la moda.
Stella declaró: “PETA y mis padres colaboraron para dar forma a lo que son hoy los derechos de los animales, y por eso me siento tan honrada y privilegiada de ser nombrada Persona del Año. Me he sentido conectada y comprometida con este movimiento valiente, rebelde y pataleador desde que era muy joven, desde nuestro video conjunto en el que pedíamos la prohibición de las granjas peleteras en el Reino Unido en 1998 hasta nuestra promesa de eliminar las plumas de la industria de la moda en 2024. Me siento muy orgullosa de tener un equipo a mi alrededor que también ve la importancia de concienciar no sólo sobre los derechos de los animales, sino también de los derechos humanos y de nuestro planeta. Deseo continuar nuestra misión con PETA: dar voz a los que no la tienen y, espero, acabar con el sufrimiento animal de una vez por todas”.
Además de pedir el fin del uso de la piel, Stella también se asoció con PETA para lanzar el Compromiso Sin Plumas para animar a diseñadores y minoristas a no trabajar con plumas.