Heidi Montag se pone triste cuando piensa en su casa perdida en los incendios forestales de Los Ángeles

La estrella de reality de 38 años vivía en una mansión de 3.7 millones de dólares antes de que fuera destruida en el incendio de Pacific Palisades.

Heidi Montag se pone triste cuando piensa en su casa perdida en los incendios forestales de Los Ángeles.

La estrella de reality de 38 años – que está casada con su ex compañero de reparto en ‘Hills’, Spencer Pratt y tiene con él a Gunner, de siete años, y a Ryker, de dos – vivía en una mansión de 3.7 millones de dólares antes de que fuera destruida en el incendio de Pacific Palisades, y está agradecida con los fans que han devuelto su álbum ‘Superficial’ a las listas de éxitos tras el desastre.

Durante una intervención en el podcast ‘On with Mario Lopez’, dijo: “Ha sido una bendición. Es curioso cómo Dios puede utilizar lo más difícil de tu vida para hacer algo bueno, pero que todo el mundo se uniera a nosotros y a nuestra familia… me emociono mucho porque perderlo todo es muy duro. Las cosas de tus hijos, y las cosas de todos, una casa no es sólo un lugar en el que vives, es un lugar que amas y es tu santuario y son tus recuerdos, y es tu corazón. Así que eso fue realmente difícil, pero todo el mundo nos apoya para reconstruir nuestra casa, es increíble. Estamos muy agradecidos por el amor, el apoyo y las oraciones, porque eso es lo que está marcando la diferencia”.

Desde que comenzaron los incendios a principios de enero, la catástrofe ha destruido miles de propiedades y ha cobrado la vida de al menos 29 personas.

La intérprete de ‘More Is More’ recordó que, cuando se enteró de que se había declarado el incendio, le bastaron unos minutos para correr por su casa y tomar todo lo que quería conservar.

Dijo: “Me enteré a las 10:30 cuando mi niñera vino y me dijo: ‘Hay un incendio calle abajo’. Lo vimos, pensé que podrían detenerlo y luego consumió nuestra casa alrededor de las 4:00. Así que tenía a mi hijo en casa, estaba enfermo, tenía 39 de fiebre, y llevaba varias noches seguidas con él intentando refrescarle el cuerpo en la bañera. Estaba muy preocupada por él. Hacia la una, [Spencer] me dijo: ‘Toma lo que quieras quedarte’. En ese momento, tienes poco tiempo para correr por la casa y tomarlo todo. Empaqué ropa para los niños, por si acaso era una noche. Tomé sus osos. En el momento pensé: ‘Wow, nunca volveré aquí de nuevo …’ a salir, fueron como 20 minutos”.