Nicole Kidman es demasiado confiada en sus relaciones y ‘ha resultado herida por ello’

La actriz de Hollywood, de 57 años, casada con el músico country Keith Urban, se ha sincerado sobre su vida en una entrevista con la revista Time tras ser nombrada una de las Mujeres del Año 2025 por la publicación.

Nicole Kidman es demasiado confiada en sus relaciones y “ha resultado herida por ello”.

La actriz de Hollywood, de 57 años, casada con el músico country Keith Urban, se ha sincerado sobre su vida en una entrevista con la revista Time tras ser nombrada una de las Mujeres del Año 2025 por la publicación, admitiendo que es muy confiada y que eso le ha causado mucho dolor en el pasado, pero se niega a esquivar con sus emociones.

Según declaró a la publicación: “Así es como afronto todas mis relaciones. Me han hecho daño por eso, pero todavía no estoy hastiada. Soy delicada, pero muy generosa. Las emociones que ofrezco son muy, muy reales, así que necesito saber que si te estoy dando eso, tú lo valoras”.

La estrella de Moulin Rouge estuvo casada con Tom Cruise entre 1990 y 2001, y son padres de dos niños adoptados, Isabella y Connor. En 2006 se casó con Keith, con quien tuvo dos hijas, Sunday y Faith.

En la entrevista con Time, Nicole admitió que pensó en alejarse de Hollywood muchas veces a lo largo de los años debido a diversos problemas que la han dejado incapaz de enfrentarse de nuevo al mundo de la interpretación.

Dijo: “Cuando no había nada emocionante o relevante en mi camino, cuando había críticas masivas o acoso, cuando mi autoestima estaba destrozada, cuando fui golpeada por alguna pérdida masiva o dolor y pensé: ‘No quiero salir de la cama. Es demasiado aterrador'”.

Nicole también admitió anteriormente que estuvo a punto de dejar todo definitivamente después de dar a luz a Sunday en 2008, pero su difunta madre Janelle la convenció de que no concluyera su carrera por completo.

En una entrevista con CBS News, Nicole explicó: “Cuando di a luz a [Sunday], yo pensaba: ‘Bueno, creo que ya he terminado’… Vivíamos en una granja, y fue entonces cuando mi madre me dijo: ‘Yo no me rendiría del todo’. Y yo le respondí: ‘No, no. Ya he terminado. He terminado’. Ella dijo: ‘Escúchame. Sigue avanzando. No digo que tengas que hacerlo al nivel que lo has estado haciendo, pero yo no lo dejaría por completo’. Me lo dijo una mujer de una generación que no tuvo las oportunidades que yo tuve y que ella ayudó a crear para sus hijas. Así que eso es probablemente algo que ella hubiera deseado tener cuando era pequeña”.