Druski es acusado de agresión sexual en una demanda en la que también se nombra a Sean ‘Diddy’ Combs y Odell Beckham Jr.

La demanda civil, presentada por Ashley Parham, alega que el cómico, cuyo verdadero nombre es Drew Desbordes, la ‘roció con aceite y la utilizó como un tobogán’, en otro inquietante suceso en el caso del escándalo sexual de Combs.

El cómico Druski ha sido acusado de agresión sexual en una demanda en la que también se nombra al magnate del hip-hop, Sean ‘Diddy’ Combs, y a la estrella de la NFL, Odell Beckham Jr.

La demanda civil, presentada por Ashley Parham, alega que el cómico, cuyo verdadero nombre es Drew Desbordes, la “roció con aceite y la utilizó como un tobogán”, en otro inquietante suceso en el caso del escándalo sexual de Combs.

Parham, de 30 años, presentó inicialmente la demanda contra Combs, de 55 años, en octubre, pero ahora ha modificado la demanda para incluir a Beckham Jr, de 31 años, y a Desbordes, de 29 años.

Ella alega que fue “violentamente violada en grupo” en Orinda, California, en marzo de 2018 por Combs y otros.

La demanda, presentada en el Distrito Norte de California, afirma que otros dos demandantes, referidos como Jane Doe y John Doe, presenciaron el supuesto asalto.

Un extracto de la demanda afirma: “La demandante recuerda que los demandados se referían a otro demandado Doe como Cornelius y recordaba el nombre porque era muy extraño y único. La demandante ha llegado a descubrir que el acusado Doe Cornelius que la violó era el acusado Odell”.

La demanda también alega que Desbordes recibió instrucciones de Combs para violar a Ashley y que “roció a la demandante con más aceite/lubricante” antes de saltar sobre su cuerpo y “tratarla como si fuera un tobogán”.

Además, afirma que Desbordes “dejó sin aliento a la demandante debido a su enorme tamaño” antes de agredirla.

Los documentos afirman que en el transcurso de la supuesta agresión, el cuerpo de Ashley se volvió “cada vez más flácido”.

En un momento del incidente, se alega que Combs y Desbordes “reían maníaca e histéricamente”.

La demanda también afirma que John Doe escuchó a Combs y Beckham Jr. “hablar de negocios y del plan para que la demandante Parham regresara a Nueva York” con Beckham Jr.

Según los documentos judiciales, Combs, Beckham Jr y Desbordes “causaron lesiones físicas, angustia mental y emocional grave, dolor y sufrimiento, angustia mental y pérdida del disfrute de la vida”.

La demanda alega además que, tras el ataque, Combs obligó a Parham a tomar una pastilla mientras los tres hombres salían a fumar marihuana y cigarrillos.

Beckham Jr, que jugaba en los New York Giants en el momento de la supuesta agresión, negó las acusaciones en un mensaje en las redes sociales en el que afirmó: “Chicos, les diré que este mundo no tiene ningún sentido. Dios me protege. Él prevalecerá. Sé quién soy, sé quién eres, mantén la cabeza fría. Este nombre quedará limpio”.

Desbordes también negó las acusaciones, calificándolas de “mentira inventada”.

En una declaración a The US Sun, dijo: “No era una figura pública en 2018: estaba arruinado viviendo con mi madre sin ninguna conexión con la industria del entretenimiento en el momento de la acusación, por lo que la inclusión de mi nombre es realmente extravagante. Mi corazón se rompe por las víctimas reales de abusos, pero confío plenamente en que las pruebas desenmascararán esta falsedad y a los individuos que intentan maliciosamente jugar con el sistema legal para vender falsas narrativas”.

El equipo legal de Combs emitió un comunicado desestimando la demanda, declarando: “Esta nueva demanda -presentada por un abogado que ya ha sido demandado por difamar al Sr. Combs- demuestra hasta qué punto son capaces de llegar los demandantes para conseguir titulares con tal de cobrar. El Sr. Combs no se encontraba cerca de Orinda, California, el día que la Sra. Parham afirma que fue agredida allí, y el Departamento del Sheriff de Contra Costa ya ha asegurado que las afirmaciones de la Sra. Parham resultaron infundadas tras una investigación exhaustiva”.

Continuaron: “En un intento de salvar sus afirmaciones tras la investigación que las desacreditó, la Sra. Parham ha inventado ahora una narrativa aún más descabellada, alegando una vasta (y facialmente inverosímil) conspiración entre las fuerzas del orden, civiles locales y actores de la industria de los medios de comunicación. Su inverosímil historia lo contiene todo: falsos policías, sobornos en efectivo y una supuesta víctima del difunto Michael Jackson que supuestamente fue secuestrada a través de las fronteras estatales y obligada a ‘firmar papeles a punta de pistola’ mientras era conducida a través de una red de ‘pisos francos’. Ninguna persona en su sano juicio que lea esta denuncia podría dar crédito a esta historia. El Sr. Combs espera tener su día en los tribunales donde estas mentiras -y los perversos motivos de quienes las contaron- serán reveladas”.

Combs permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn a la espera de juicio por cargos de tráfico sexual y asociación ilícita.

Los fiscales alegan que dirigió Bad Boy Records como una “empresa criminal” durante más de una década y que estuvo implicado en el abuso de varias mujeres. Se ha declarado inocente y podría ser condenado a cadena perpetua.

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