Louise Redknapp perdió mucha confianza en sí misma cuando dejó de actuar

La estrella del pop, de 50 años, que estuvo casada con el futbolista Jamie Redknapp y tiene con él a sus hijos, Charley, de 20 años, y Beau, de 15, saltó a la fama como parte de ‘Eternal’ en la década de 1990.

Louise Redknapp perdió mucha confianza en sí misma cuando dejó de actuar.

La estrella del pop, de 50 años, que estuvo casada con el futbolista Jamie Redknapp y tiene con él a sus hijos, Charley, de 20 años, y Beau, de 15, saltó a la fama como parte de ‘Eternal’ en la década de 1990, y se tomó un tiempo fuera de los focos en los años siguientes, pero sintió una sensación de “frustración” cuando los demás parecían incapaces de reconocer lo que “realmente significa” para ella.

En declaraciones a la columna Bizarre del diario The Sun, afirmó: “Siento que cuando vienes de estar en una banda de pop hace años y luego has pasado por toda esa época de FHM, hay una percepción de ti como mujer, como artista, como persona. Y esa gente nunca me ha conocido. Mi mayor frustración es que nadie ve el lado de la ambición, el talento, la crudeza de subirse a un escenario y lo que realmente significa. Sólo ven la cara, lo que hay por fuera, sobre lo que todo el mundo tiene un cierto juicio. Me siento más segura de mí misma cuando actúo. Me di cuenta de que eso representaba una gran parte de mi personalidad. Cuando dejé de hacerlo durante esa época de mi vida, perdí una gran parte de mi confianza”.

La intérprete de ‘Naked’, que publicará su nuevo álbum ‘Confessions’ en mayo, insistió en que no permitirá que la “encasillen” y mencionó a la leyenda del country Dolly Parton como ejemplo de alguien que ha superado la prueba del tiempo.

Dijo: “Creo que ahora estamos en un mundo en el que a la gente le gusta intentar encasillarnos, pero en realidad, mientras no lo permitamos, podemos seguir adelante. De camino aquí, estaba viendo algo en Instagram con Dolly Parton. Estaba tocando la guitarra y pensé: es la misma de hace 30 años, pero ahora es más fuerte y mejor, y tiene 79 años. Es una rompepelotas. La industria la masticó y la escupió muchas veces, pero ella nunca dejó que eso la detuviera y siguió adelante. Siento que sigo luchando por un sitio en la mesa. En nuestra industria, como mujer, tienes que hacerlo. Creo que las reglas son diferentes. Voy a luchar y lo digo en el buen sentido, porque odio cuando se escriben cosas como ‘Ay de mí’, porque yo no soy esa chica. Voy a disfrutar de la lucha”.