Spencer Pratt aún no ha encontrado la ‘paz’ tras perder su casa en los incendios forestales de Los Ángeles

El actor, casado desde 2008 con Heidi Montag, y con quien tiene dos hijos, Gunner, de siete años, y Ryker, de dos, vio cómo su casa ardía en llamas en el desastre de Pacific Palisades en enero, y explicó que todo el calvario ha afectado a su familia.

Spencer Pratt aún no ha encontrado la “paz” tras perder su casa en los incendios forestales de Los Ángeles.

El actor de 41 años, casado desde 2008 con Heidi Montag, de 38, y con quien tiene dos hijos, Gunner, de siete años, y Ryker, de dos, vio cómo su casa ardía en llamas en el desastre de Pacific Palisades en enero, y explicó que todo el calvario ha afectado a su familia.

Dijo a E! News: “No es paz, es rabia. Mi madre está llorando todo el día. No creo que mi madre haya dejado de llorar”.

A raíz de los incendios, el álbum pop de Heidi, ‘Superficial’ – que fue lanzado inicialmente en 2010 – ha tenido una especie de resurgimiento gracias a las reproducciones en streaming y descarga, y Spencer señaló que los fans han tratado a su esposa “como la superestrella” que él la ve en primer lugar.

Dijo: “Estoy muy feliz por ella, pero yo no he hecho esto. He estado promocionando a Heidi y ahora es su momento de brillar. La trataron como la superestrella que siempre he visto. ¡Fue tan increíble!”.

A principios de este año, Spencer admitió que “todavía estaba intentando procesar” todo lo ocurrido desde que se desencadenó la tragedia.

Dijo: “Diría que ‘no muy bien’ es la respuesta honesta. Los dos últimos días han sido los más duros por alguna razón. No sé si Heidi lo estaba procesando antes que yo, y estaba tan centrado en el éxito musical de Heidi que no tuve tiempo de pensar en nuestra situación”.

Heidi también ha hablado sobre el impacto de los incendios al recordar que le quedó poco tiempo para salvar los osos de peluche de sus hijos antes de que su casa ardiera en llamas.

En declaraciones a ‘Good Morning America’ junto a su marido, dijo: “Spencer me dijo: ‘Toma todo lo que quieras conservar’, y yo: ‘¿Cómo eliges? Mi cerebro dejó de funcionar porque estaba abrumada con tantas cosas que no se pueden reemplazar. Así que tomé los osos de peluche de mis hijos. Es un lugar que amas, que vives. Es un refugio contra el mundo y que eso desaparezca es un concepto realmente difícil con el que seguir lidiando”.

Heidi explicó que, antes del incendio, ella y su marido eran “pobres”, es decir, que eran propietarios de su casa pero tenían que trabajar para pagar todo lo demás.

Dijo: “Éramos pobres, como ellos lo llaman, tenemos una casa y todo lo demás es un ajetreo. Así que sí, contamos cada dólar que ganamos. Trabajamos muy duro. Hacemos un viaje al año”.

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