Las buenas acciones de Chrissy Metz ‘superan lo que cualquiera piense’ de ella

La estrella de 44 años quiere ser ‘querida y amada’, pero insiste en que no es su mayor motivación.

Las buenas acciones de Chrissy Metz “superan lo que cualquiera piense” de ella.

La estrella de 44 años quiere ser “querida y amada”, pero insiste en que no es su mayor motivación.

En declaraciones a la revista PEOPLE, Chrissy explicó: “Como humanos, queremos gustar y ser queridos, yo incluida. Creo que por eso hacemos muchas de las cosas que hacemos. Quiero que sepan que soy inteligente. Quiero que me reconozcan. Quiero gustarles. Es como: ‘Tengo este coche tan bonito porque quiero que piensen que tengo mucho dinero porque quiero que me respeten’. Todo lo que hacemos se reduce a eso. Pero para mí, cuando hago cosas buenas, me siento bien conmigo misma. Si ayudo a mi familia o a mis amigos, o si les devuelvo algo, ya sea tiempo, dinero o lo que sea, esas cosas me hacen sentir segura, me hacen sentir bien, y esas cosas superan lo que cualquiera piense o diga de mí. Nadie me conoce realmente. Lo que importa es cómo me siento conmigo misma. Y creo que la confianza es la confianza en uno mismo. Y cada vez que haces algo que te hace sentir bien, vas acumulando confianza, que creo que es la verdadera profundidad de la confianza en uno mismo”.

A pesar de ello, Chrissy sigue luchando contra la ansiedad y las dudas sobre sí misma.

La estrella de ‘This Is Us’ compartió: “Hay momentos en los que pienso: ‘Chica, ¿qué estás haciendo? No creo que lo logres'”.

Chrissy publicó recientemente un libro infantil titulado ‘When I Talk to God, I Talk About Feelings’, y la actriz espera escribir otro en el futuro.

Dijo a E! News: “Me encantan los libros ilustrados. Me encantan los ilustradores. Iba a estudiar arte. Me encanta el proceso. Así que sí, crucemos los dedos”.

A la pregunta de qué la motivó a escribir un libro infantil, Chrissy respondió: “Tengo una gran familia. Sé que cuando era niña no me sentía vista ni escuchada. Y lo veo en las caras de estos niños, no se trata de un juguete, no se trata de jugar al aire libre… los niños quieren sentirse vistos y escuchados porque no creo que eso se fomente o cultive necesariamente. Así que tuvimos que hablar de sentimientos porque, incluso como adultos, no sabemos cómo hacerlo”.