Nicole Kidman sigue sintiéndose ‘en carne viva’ tras la muerte de su madre

La actriz de Hollywood de 57 años quedó devastada cuando su madre Janelle, de 84 años, falleció en septiembre de 2024 mientras ella asistía al Festival de Cine de Venecia en Italia y dejó todo para volar a casa para estar con su familia.

Nicole Kidman sigue sintiéndose “en carne viva” tras la muerte de su madre.

La actriz de Hollywood de 57 años quedó devastada cuando su madre Janelle, de 84 años, falleció en septiembre de 2024 mientras ella asistía al Festival de Cine de Venecia en Italia y dejó todo para volar a casa para estar con su familia, y ahora ha admitido que todavía lucha para hacer frente a la pérdida.

Así lo contó a la revista Allure: “Perder a mi madre cambió cada parte de mí… Estaba tan unida a ella. Me siento avergonzada porque sé que he hablado demasiado de ello. Intento estar tranquila y que sea algo más íntimo. El amor era tan profundo que su pérdida… Estoy en el viaje del duelo, el año del pensamiento mágico”.

Nicole también habló sobre el envejecimiento y admitió que le resulta difícil enfrentarse a la pérdida de sus seres queridos.

Y añadió: “Siempre he sido una persona de futuro, y de repente cuando pierdes a alguien, tienes que hacerte a la idea de que no tienes control sobre el futuro. Probablemente tenga que ver con la pérdida repentina de personas. Tengo más tiempo por delante que por detrás. Ese cambio en la proporción se convierte en algo importante…”.

La estrella bromeó diciendo que desea envejecer y perder algunos centímetros de estatura: “Mi madre siempre decía: ‘Es duro medir 1.75. Yo no he encogido nada. Me alegraré mucho cuando ocurra. Pero a estas alturas, lo último que tienes que decir es: ‘Ojalá'”.

Nicole reveló anteriormente que no hay “límite de tiempo” en el duelo y que seguirá procesando sus sentimientos de la manera que quiera.

Durante una aparición en ‘CBS Sunday Mornings’, Nicole explicó: “Wow, tres meses después, y la gente me dice ‘Sí, ella tenía 84 años, una buena vida…’. Pero esa era mi mamá. No importa la edad. No hay límite para el duelo, no tienes que tener un límite de tiempo, no tienes que estar mejor para entonces. Se te permite pasar por oleadas y la gente dice: ‘Oh, bueno, lo que sea’, pero es mi mamá, mi vida, y se me permite procesar y llorar de la manera que quiero”.