El matrimonio de Scott Porter ‘cambió’ cuando su mujer descubrió que tenía la enfermedad de Huntington en su familia

El actor ha estado casado con Kelsey Mayfield desde 2013, pero cuando ella descubrió que su madre tenía el trastorno cerebral que afecta el movimiento, el pensamiento y el comportamiento, señaló lo ‘rápidamente’ que se alteraron las cosas entre ellos.

El matrimonio de Scott Porter sufrió un “cambio total” cuando su mujer descubrió que tenía la enfermedad de Huntington en su familia.

El actor de 45 años ha estado casado con la directora de casting Kelsey Mayfield desde 2013, pero cuando ella descubrió que su madre tenía el trastorno cerebral que afecta el movimiento, el pensamiento y el comportamiento, señaló lo “rápidamente” que se alteraron las cosas entre ellos.

Así lo contó a la revista PEOPLE: “Ese fue definitivamente un momento de cambio completo, en cuanto a la trayectoria de la relación que tengo con mi esposa. Puede desgarrar familias muy rápidamente”.

La enfermedad de Huntington es genética, lo que significa que cada hijo de un padre que la padece tiene un 50 por ciento de posibilidades de heredarla, pero la estrella de Ginny y Georgia -que tiene a McCoy, de 10 años, y a Clover, de ocho, con Kelsey- insistió en que hacerse la prueba es una “elección” que debe tomar cada individuo.

Y añadió: “Las personas que descubren que la enfermedad de Huntington está en su familia tienen que tomar una decisión: hacerse la prueba o no hacérsela. Vive tu vida sin saber o vive tu vida sabiendo que posiblemente tienes una enfermedad neurodegenerativa que podría tomar tu mente, tu cuerpo, tu equilibrio, tus estados de ánimo, y convertirlos en algo completamente diferente de lo que eres ahora. No hay una forma correcta o incorrecta de hacer las cosas”.

El actor de Friday Night Lights también señaló que cuando Kelsey se enteró de su diagnóstico, que ella simplemente le dijo que quería estar cerca “el mayor tiempo posible” para sus hijos

Dijo: “Mi mujer me dijo las palabras: ‘Quiero ser madre el mayor tiempo posible’. Y ese fue el impulso que la llevó a hacerse la prueba. Era lo correcto. Y yo, como su marido, la apoyé increíblemente. Los momentos inmediatamente posteriores a su prueba positiva fueron silenciosos. Me miró y me dijo: ’50/50 de posibilidades. Era una moneda al aire y salió cruz'”.