Dove Cameron intenta ‘microdosificar’ su presencia en la industria del entretenimiento

La cantante de 29 años ha luchado con su propia imagen y ha hecho un esfuerzo concertado para limitar su exposición en los últimos años.

Dove Cameron intenta “microdosificar” su presencia en la industria del entretenimiento.

La cantante de 29 años ha luchado con su propia imagen y ha hecho un esfuerzo concertado para limitar su exposición en los últimos años.

Según declaró a NYLON: “Tengo que microdosificar mi presencia en la industria, porque ya no florezco cuando estoy constantemente ante las cámaras. Quizá lo hacía demasiado cuando era más joven, pero creo que por fin lo he controlado”.

Dove llegó a un punto de ruptura a principios de 2022, cuando se desvinculó de sus amigos y del mundo exterior.

Así lo recordó: “No salí. No veía a nadie. No tenía relaciones. No veía a mis amigos más que unas pocas veces. No trabajé, me encerré en casa y traté de averiguar cómo iba a seguir adelante, si podía seguir adelante en la industria”.

Dove llegó a plantearse un cambio de carrera en el punto álgido de su lucha.

Dijo: “Tuve que hacer balance de todas las cosas que había estado descuidando”.

La estrella conoció la fama durante su adolescencia y, durante algún tiempo, le ayudó a evadirse de la realidad de su vida familiar, tras el divorcio de sus padres.

La cantante de Boyfriend explicó: “Cuando empecé a trabajar en la industria, mi familia y mi vida personal atravesaban una época especialmente tumultuosa. La industria fue como un hermoso juego de fantasía, del mismo modo que cuando las cosas van mal, siempre puedes sumergirte en tu libro favorito”.

Sin embargo, Dove se da cuenta ahora de que estaba huyendo de sus problemas.

Señaló: “Cinco días a la semana se convirtió en mi vida falsa. Pasaba menos tiempo siendo yo misma, y eso se volvió adictivo. Me decía: ‘Esto es mucho mejor que lo que pasa en mi vida personal'”.

A pesar de ello, la desesperación de Dove desapareció en muy poco tiempo.

La intérprete indicó: “Lloré mucho y me abrí camino en la oscuridad. Y un día, fue tan extraño: Como si se encendiera la luz, me dije: ‘Creo que ya he terminado’. Toda esa emoción almacenada tiene que ser desangrada”.