Sam Neill fue ‘intimidado’ para presentarse a la audición para James Bond

El actor afirma que sólo se ha presentado a tres audiciones en su vida, una de las cuales le valió el papel de Harry Beecham en el drama de época Mi brillante carrera, pero también perdió frente a Timothy Dalton en el papel de espía a finales de los 80.

Sam Neill fue “intimidado” para presentarse a la audición para James Bond.

El actor, de 77 años, afirma que sólo se ha presentado a tres audiciones en su vida, una de las cuales le valió el papel de Harry Beecham en el drama de época Mi brillante carrera, pero también perdió frente a Timothy Dalton en el papel de espía a finales de los 80 y frente a Richard Gere en la icónica Pretty Woman, aunque cree que al final se eligió a las personas adecuadas.

Según declaró a la revista Culture del Sunday Times: “Acababa de terminar la película Sleeping Dogs (1977) en Nueva Zelanda, cuando recibí una audición para protagonizar Mi brillante carrera, que realmente me puso en camino. Creo que he hecho tres audiciones en mi vida, y fracasé en las otras dos. En 1986, mi agente me intimidó para que hiciera una audición para James Bond, y fracasé. La otra -y esta sí que me apetecía, a diferencia de Bond- fue para Pretty Woman. En ambas ocasiones me dijeron que otro era mejor, y tenían razón, por supuesto”.

Sam nació en Irlanda del Norte, pero se crió en Nueva Zelanda. Cuando era pequeño, nunca imaginó que podría dedicarse a la interpretación.

Dijo: “Nunca imaginé ni por un momento que sería actor, viniendo de una pequeña y oscura ciudad del lugar más lejano. No hubo ningún momento. A día de hoy sigo sorprendido”.

La estrella de Parque Jurásico atribuye a la leyenda de la interpretación James Mason el haber cambiado su vida.

Indicó: “Crecí adorando a los actores británicos y las películas británicas: todo, desde Alec Guinness hasta John Mills y Alastair Sim. Pero al primero que admiré de verdad fue a James Mason, sobre todo después de ver 20.000 leguas de viaje submarino, una auténtica maravilla. Tenía un carisma tremendo y se convirtió en mi mentor. Cuando tenía veintitantos años y trabajaba en Australia, él y su mujer me enviaron un billete de avión y me dijeron: ‘Ven y quédate con nosotros en Suiza porque nos gusta lo que haces y creemos que deberías hacer carrera en el extranjero’. Me cambió la vida”.