La estrella de cine de 40 años cree que la IA tiene un papel que desempeñar en el futuro a largo plazo de la industria cinematográfica, pero no cree que la tecnología pueda sustituir el núcleo emocional de la interpretación de un actor o actriz.
Scarlett Johansson no cree que la inteligencia artificial pueda imitar el “alma” de un actor o una actriz.
La estrella de cine de 40 años cree que la IA tiene un papel que desempeñar en el futuro a largo plazo de la industria cinematográfica, pero no cree que la tecnología pueda sustituir el núcleo emocional de la interpretación de un actor o actriz.
Según declaró al periódico The Sunday Times: “No creo que la IA pueda hacer mi trabajo. No creo que se pueda replicar el alma de una actuación”.
A pesar de ello, Scarlett cree que la IA supone una amenaza para la sociedad en general.
La estrella de Hollywood explicó: “El panorama general: cómo los seres humanos, con egos frágiles, podemos seguir teniendo la confianza que tenemos que tener los unos en los otros, para continuar como sociedad. Es una brújula moral. Nos movemos por el mundo cada día sabiendo que tenemos que confiar en alguna realidad básica en la que todos estamos de acuerdo. La IA amenaza los cimientos de eso, y eso para mí es muy inquietante”.
Scarlett empezó a trabajar en la industria del cine de niña, y recientemente reconoció que el estrellato infantil puede ser “algo peligroso”.
La actriz -que debutó en el cine en North, la película de fantasía y comedia de 1994- cree que tuvo “mucha suerte” de salir ilesa del estrellato infantil.
En declaraciones a la revista Vanity Fair, Scarlett explicó: “Tomar decisiones por tu cuenta -como decisiones de adulto siendo una niña- es algo peligroso, ¿verdad?”.
La actriz de Hollywood ha visto a otras estrellas infantiles luchar para hacer frente a las presiones de la fama y el éxito. Pero Scarlett agradece haber “esquivado muchas de ellas”.
Dijo: “Lo viví y también tuve mucha suerte de esquivar muchas cosas”.
Scarlett actuó junto a Bill Murray en Lost in Translation, la comedia dramática de 2003, y ahora considera la película como un punto de inflexión en su carrera.
Explicó: “Después de Lost in Translation, todos los papeles que me ofrecieron durante años eran ‘la novia’, ‘la otra mujer’, un objeto sexual… No podía salir del ciclo. Sentía que ésta era mi identidad como actriz. No podía hacer mucho al respecto”.
Scarlett Johansson no cree que la inteligencia artificial pueda imitar el ‘alma’ de un actor
