Katie Thurston admite que no tiene ni idea de ‘cuánto tiempo de vida le queda’ en medio de su batalla contra el cáncer

La estrella de la televisión, de 34 años, fue diagnosticada de cáncer de mama en febrero de 2025, pero reveló que nunca le pidió a su oncólogo un pronóstico y que todavía se preocupa por cada exploración.

Katie Thurston ha admitido que no tiene ni idea de “cuánto tiempo de vida le queda” en medio de su batalla contra el cáncer en fase cuatro.

La estrella de la televisión, de 34 años, fue diagnosticada de cáncer de mama en febrero de 2025, pero reveló que nunca le pidió a su oncólogo un pronóstico y que todavía se preocupa por cada exploración.

Al hablar en un nuevo video de Instagram, Katie dijo: “Mi oncólogo nunca me dijo cuánto tiempo me queda, y nunca he preguntado. La cuarta etapa es una mentalidad muy aterradora a veces, porque es para siempre”.

Al revelar que una biopsia reciente resultó benigna y que ella y su marido Jeff Arcuri han estado disfrutando de unas vacaciones en Grecia, Katie dijo: “Una parte de mí decía: ‘Gracias. Gracias, Dios, gracias universo por estas bendiciones y por todo lo que me has dado hoy’. Disfruté del vino. Disfruté de los azúcares, ya sabes, de los postres. Disfruté de los recuerdos que estoy haciendo. Porque ¿cuál es el punto de no vivir cuando se te da hoy? Ya sabes, cuando te regalan la vida”.

Sin embargo, admitió que siempre existe el temor de que su tratamiento no esté funcionando y de que la enfermedad esté avanzando.

Explicó: “Pero hay una pequeña parte de mí que se siente como un perro antes de morir, que recibe un gran estímulo. No pretendo que sea un video triste. Sólo estoy siendo honesta que el cáncer es en gran medida como un estilo de vida entrenado en este punto”.

Katie se someterá a un nuevo escáner la semana que viene “para ver cómo están funcionando los medicamentos, la buena noticia sería que no hubiera crecimiento o incluso que se redujera”.

Y, entre exploración y exploración, hace todo lo posible por vivir su vida.

Dijo: “A menudo, cuando vuelvo a la realidad del cáncer, es cuando las cosas empiezan a golpearme. Cuando llegan y se van esas exploraciones o citas mensuales, me permito los siguientes 28 días para olvidarme de verdad de que tengo cáncer”.