La rutina de belleza de Jenna Ortega refleja cómo quiere ‘representarse’

La actriz de 22 años, mejor conocida por interpretar a Wednesday Addams en Wednesday, la exitosa serie de Netflix, explicó que los consejos y trucos de belleza son importantes para sus personajes en pantalla.

La rutina de belleza de Jenna Ortega refleja cómo quiere “representarse”.

La actriz de 22 años, mejor conocida por interpretar a Wednesday Addams en Wednesday, la exitosa serie de Netflix, explicó que los consejos y trucos de belleza son importantes para sus personajes en pantalla.

Cuando se le preguntó cómo usa la belleza para meterse en el personaje, Jenna le dijo a Who What Wear: “La belleza es la forma en que eliges representarte a ti misma. Es una pieza muy importante del rompecabezas. A menudo, con los personajes, una de mis partes favoritas del trabajo es hablar con el peluquero y el maquillador y establecer cuál será el aspecto, porque es el personaje el que se prepara todos los días. Es muy interesante y revelador saber qué es importante para ellos y cómo quieren ser vistos, así que a menudo, cuando me preparo para estos personajes, juego con el maquillaje yo misma, y luego partimos de ahí, solo para tener la experiencia de ponérmelo y descubrir qué es natural para mí. Pero también se presta de forma natural; a veces, si no conoces del todo al personaje y te pruebas algo, te dirán lo que quieren o no. Por ejemplo, al interpretar a Wednesday Addams, era muy evidente cuándo algo no era lo suficientemente pálido, oscuro o gris; es muy intuitivo. Cuando el maquillaje no es el adecuado, es difícil hacer una escena porque te sientes ridículo”.

Jenna se ha convertido en una de las mujeres más fotografiadas del mundo en los últimos años, y la actriz realmente odia que la vean con un mal día de cabello.

La estrella de cine también reveló que necesita “detalles desordenados” como parte de su peinado.

Cuando se le preguntó cómo afronta un mal día de cabello, Jenna respondió: “Creo que te escondes. Un mal día de pelo te destroza. Quizás debería volver a lavarte el pelo, o supongo que, si tengo que salir, me pongo un sombrero. No me gusta cómo se ve mi pelo engominado. Necesito algo despeinado, y si no me hace caso, no sabrás de mí”.