Reese Witherspoon ‘lloró’ por sus hijos mayores cuando dejaron el hogar para ir a la universidad

La actriz de 49 años estaba llena de lágrimas cuando su hija Ava, de 26 años, y su hijo Deacon, de 21, que comparte con su ex marido Ryan Phillippe, se fueron a estudiar.

Reese Witherspoon “lloró” por sus hijos mayores cuando dejaron el hogar para ir a la universidad.

La actriz de 49 años estaba llena de lágrimas cuando su hija Ava, de 26 años, y su hijo Deacon, de 21, que comparte con su ex marido Ryan Phillippe, se fueron a estudiar.

Reese hizo la admisión en el último episodio del podcast The Interview del New York Times y le dijo a la presentadora Lulu García-Navarro: “Lamenté que fueran a la universidad y lloré en sus habitaciones. Un año, uno de ellos no volvió a casa por Navidad y me senté en su cama y lloré”.

La estrella de The Morning Show dijo que sintió una “pérdida” porque los niños no estaban cerca.

Reese, quien también es madre de su hijo de 12 años, Tennessee, a quien tiene con su exmarido Jim Toth, de 55 años, explicó: “Es una pérdida porque haces todo por ellos. Te quitas la comida de la boca, el abrigo de la espalda. No duermes. No duermes porque estás atendiendo sus necesidades físicas cuando son pequeños. O cuando son mayores, estás siempre preocupada de que tengan un accidente de coche, que vuelvan a casa o que haya drogas de por medio”.

Pero la estrella de Legalmente Rubia aceptó el hecho de que sus hijos tienen que crecer.

Reese agregó: “Tienes todas las preocupaciones que tienen los padres, ¿sabes? Y luego, un día, es como si, si has hecho tu trabajo, si hiciste lo correcto, se van. Me hace llorar en este momento. Es muy duro. Pero sabes que hiciste lo correcto”.

En otra parte del podcast, Reese también compartió que Ava y Deacon se han convertido en “amigos increíbles” para ella desde que se mudaron de la casa familiar.

La actriz de Big Little Lies explicó: “Ava me llama y es como una gran amiga. Deacon me llama constantemente, salimos en Nueva York y me habla de restaurantes geniales, y yo le digo: ‘Genial. ¿Puedes reservar?’. ¡Porque ahora él consigue mejores reservas que yo! Pero es fantástico que tus hijos se conviertan en adultos”.