Paris Jackson está ‘aprendiendo a navegar en los términos de la vida’

La estrella de 27 años luchó previamente contra la adicción a las drogas y al alcohol, pero logró retomar su vida tras dejar de beber.

Paris Jackson está “aprendiendo a navegar en los términos de la vida”.

La estrella de 27 años luchó previamente contra la adicción a las drogas y al alcohol, pero logró retomar su vida tras dejar de beber.

Durante una intervención en el almuerzo anual de entrega de premios Friendly House en Los Ángeles, Paris, galardonada con el premio Shining Star por su trabajo en la organización, explicó: “La mayor parte del trabajo de servicio que realizo es individual. No suelo hacer un espectáculo de ello porque mi vida no depende de ello y porque también forma parte de mi base espiritual. Dicho esto, estoy muy agradecida de formar parte de un movimiento que se alinea tanto con mi propósito superior y la esencia de mi descanso diario. Lograr que alguien desarrolle el contacto consciente ha sido, sin duda, la mejor acción que he realizado y rezo para poder seguir ayudando a otros”.

Paris, hija del ícono del pop Michael Jackson, posteriormente habló sobre sus propias luchas y explicó que la sobriedad cambió su vida.

Ella dijo: “No solo recuperé mi vida. Conseguí una mejor. Digo que es gracioso, siento que dejar de consumir fue como tener un accidente automovilístico porque todo lo que empujé en el asiento trasero se movió hacia adelante en el impacto y hoy estoy aprendiendo a navegar en los términos de la vida. Y junto con todo lo que ha ido avanzando, apoyo todos los programas, fundaciones y organizaciones que trabajan para ayudar a otras mujeres a hacer lo mismo”.

En enero, Paris recurrió a las redes sociales para celebrar cinco años de sobriedad.

La actriz escribió entonces en Instagram: “Hoy se cumplen cinco años limpia y sobria de todas las drogas y el alcohol, decir que estoy agradecida sería un pobre eufemismo. La gratitud apenas roza la superficie. Es porque estoy sobria que hoy puedo sonreír. Puedo hacer música. Puedo experimentar la alegría de amar a mis perros y a mi gato. Puedo sentir el desamor en todo su esplendor. Puedo llorar. Puedo reír. Puedo bailar. Puedo confiar”.