Helena Bonham Carter dice que Tim Burton estaba dibujando mientras ella ‘literalmente estaba dando a luz’

La estrella de 59 años, cuya relación de 13 años con el icónico cineasta terminó en 2014, recordó que su ex pareja de 67 años siempre está haciendo sus propios dibujos, sin importar lo que suceda a su alrededor.

Helena Bonham Carter dice que Tim Burton estaba dibujando mientras ella “literalmente estaba dando a luz”.

La estrella de 59 años, cuya relación de 13 años con el icónico cineasta terminó en 2014, recordó que su ex pareja de 67 años siempre está haciendo sus propios dibujos, sin importar lo que suceda a su alrededor.

Al hablar en el nuevo documental Tim Burton: Life in the Line, dijo: “Él literalmente dibuja su camino a través de la vida. Incluso estando contigo, estaría dibujando. Incluso en momentos trascendentales. Si estuviera teniendo un hijo. Él seguiría dibujando. Literalmente, dando a luz. Tenemos toda nuestra vida dibujada. Sin duda, fue una aventura compartida. Repasamos miles de dibujos antes de dar por finalizado el proyecto”.

Helena y Tim tienen dos hijos juntos, Billy, de 22 años, y Nell, de 17, mientras que él también la eligió para varios de sus proyectos, incluidos Sweeney Todd, Charlie y la fábrica de chocolate, El cadáver de la novia, Alicia en el país de las maravillas y muchos más.

Al respecto, ella indicó: “Me dio algunos personajes geniales, incluidos los niños. Pero me dio la oportunidad de crear personajes que, hasta entonces, probablemente no me habían dado”.

Su vínculo se formó por primera vez en 2001, después de que él la incorporara para El planeta de los simios, mientras que realmente se “conectaron emocionalmente” dos años más tarde, mientras trabajaban juntos en Big Fish.

Helena dijo que él “la dibujó a la existencia”, mientras ella conocía al verdadero hombre detrás de la personalidad pública de Tim.

Ella explicó: “No está realmente en reposo, Tim. Baila en el aire. Así que, mientras pueda canalizar esa energía hacia algo, hacia una línea en la página, ese es su ancla. Pero hay vida real en esa línea. Ahí es donde él es más feliz. Sus símbolos —el rizo, las marcas de puntadas, las manchas, las rayas— la gente se identifica con ellos. Eso es todo lo que quiere. Y lo único que quiere es seguir dibujando, creando, haciendo una película o garabateando en una servilleta. Eso es todo lo que pide”.