Dick Van Dyke atribuye su larga vida al hecho de dejar los cigarrillos y el alcohol

El actor de Mary Poppins cumplirá 100 años a finales de este mes, pero no cree que hubiera alcanzado ese hito si no hubiera cambiado su estilo de vida a los 50 años.

Dick Van Dyke atribuye su larga vida al hecho de dejar los cigarrillos y el alcohol.

El actor de Mary Poppins cumplirá 100 años a finales de este mes, pero no cree que hubiera alcanzado ese hito si no hubiera cambiado su estilo de vida a los 50 años.

Al hablar en el evento de recaudación de fondos Vandy High Tea, que recaudó dinero para The Van Dyke Endowment of the Arts y el Dick Van Dyke Museum, en su casa de Malibú, Dick indicó que él era “probablemente la última persona viva” que conoció y pasó tiempo con Walt Disney antes de que la leyenda de la animación muriera de cáncer de pulmón en 1966.

Según la revista PEOPLE, dijo: “Era un tipo maravilloso. ¡Simplemente fumaba demasiado! ¡Maldita sea!”.

El hijo de Dick, Barry Van Dyke, de 74 años, señaló que su padre “nunca había fumado demasiado”, pero la estrella de Chitty Chitty Bang Bang admitió que ese no era el caso.

Él dijo: “¡Fumé mucho, en realidad! Creo que tenía unos 50 años cuando me di cuenta de que tenía una personalidad adictiva. Si me gustaba algo, me excedía. Así que me deshice del alcohol, los cigarrillos y todas esas cosas, y probablemente por eso todavía estoy aquí”.

Dick ingresó en rehabilitación en 1973 para superar su alcoholismo y, mientras se recuperaba de la bebida, también dejó de fumar, aunque anteriormente admitió que dejar la nicotina le resultó “el doble de difícil”.

Al hablar en el podcast Real No Really en 2023, admitió que le llevó “una eternidad” dejar de fumar y agregó: “Fue mucho peor que el alcohol”.

Dick, quien se casó con Arlene Silver, de 54 años, en 2012, admitió recientemente que se siente “solo” y “frustrado” en su vejez porque ha sobrevivido a la mayoría de sus mejores amigos y rara vez puede asistir a eventos de espectáculos deslumbrantes debido a su salud en declive.

Le dijo al periódico The Times: “Aunque todavía hago apariciones especiales en televisión, anuncios y videos, extraño ir al estudio todos los días para una serie regular. Y todos mis queridos amigos de toda la vida se han ido, lo que me hace sentir tan solo como suena. Es frustrante sentirse disminuido en el mundo, física y socialmente. Recibo invitaciones a eventos u ofertas para conciertos en Nueva York o Chicago, pero ese tipo de viajes me agota tanto que tengo que decir que no. Casi todas mis visitas a la gente tienen que ser en mi casa”.

Sin embargo, el actor está decidido a no convertirse en un viejo gruñón.

Añadió: “Todos tenemos la capacidad de vivir una vida plena. He llegado a los 99 en gran parte porque me he negado obstinadamente a dejarme llevar por las cosas malas de la vida: fracasos y derrotas, pérdidas personales, soledad y amargura, los dolores físicos y emocionales del envejecimiento. Esas cosas son reales, pero no he dejado que me definan En cambio, durante la gran mayoría de mis años, he estado en lo que solo puedo describir como un abrazo de oso total con la experiencia de vivir… En resumen, las cosas que han mantenido mi vida alegre y plena son bastante simples: el romance, hacer lo que amo y muchas risas”.