Robbie Williams se sentía ‘ansioso’ por subir al escenario en su última gira

La estrella del pop ha sido un nombre importante en la industria de la música desde sus días como parte de Take That en la década de 1990, pero reveló, mientras lanzaba su Britpop en Londres, que su esposa tuvo que calmarlo en los ensayos.

Robbie Williams se sentía “ansioso” por subir al escenario en su última gira.

La estrella del pop de 51 años, casado con Ayda Field desde 2010, ha sido un nombre importante en la industria de la música desde sus días como parte de Take That en la década de 1990, pero reveló, mientras lanzaba su Britpop en Londres, que su esposa tuvo que calmarlo en los ensayos.

Dijo: “Me volteé hacia mi mujer Ayda]en los ensayos y le dije: ‘Cariño, estoy ansioso por esto’. Ella me dijo: ‘Rob, compórtate como si esto fuera normal, compórtate como si tuvieras que hacer esto el resto de tu vida, compórtate como si los estadios fueran el lugar donde deberías estar”.

El cantante de ‘Angels’ -que tiene con Ayda a Teddy, de 12 años, Charlie, de 10, Coco, de seis, y Beau, de cuatro- insistió en que en ese momento cambió su “percepción” de las cosas, y ahora ha decidido aceptar “hacerse mayor” con su público.

Dijo: “En ese momento, mi percepción cambió. Puede que esté en el callejón del francotirador, pero creo que aún me queda mucho tiempo en esta pasarela. Quiero envejecer aún más con ustedes y espero verlos en muchos espectáculos venideros, sean del tamaño que sean”.

El cantante de ‘Candy’ -cuyo patrimonio neto asciende a 300 millones de libras- recordó entonces por qué sigue con su carrera a pesar de décadas de éxito y dinero, e insistió en que todo es por sus hijos.

Señaló: “Recuerdo por qué hago esto. No es por la gloria, no es por el dinero, es porque tengo cuatro hijos en casa”.

Los comentarios positivos de Robbie llegan pocas semanas después de que revelara que había sufrido un bajón en su salud mental por primera vez en aproximadamente una década.

Se lo dijo a The Mirror: “El año empezó con una mala salud mental, que no había tenido en mucho, mucho tiempo. Estaba triste, ansioso y deprimido. Han pasado unos 10 años… Pensé que estaba en el otro extremo del arco. Pensé que era el final de mi historia, y que simplemente me iría caminando a este maravilloso país de las maravillas. Así que volviera fue simplemente confuso”.