Barbra Streisand quedó ‘afónica’ después de grabar el audiolibro de sus memorias My Name Is Barbra

La estrella, de 83 años, admite que sometió su voz a un esfuerzo extremo al grabar la versión sonora de su autobiografía de 970 páginas poco después de trabajar en su último álbum The Secret of Life: Partners, Volume Two.

Barbra Streisand quedó “afónica” después de grabar el audiolibro de sus memorias My Name Is Barbra.

La estrella, de 83 años, admite que sometió su voz a un esfuerzo extremo al grabar la versión sonora de su autobiografía de 970 páginas poco después de trabajar en su último álbum The Secret of Life: Partners, Volume Two.

Barbra declaró a la revista PEOPLE: “Toda la gente maravillosa con la que iba a cantar quería hacerlo conmigo. Eran todos tan especiales y yo no había cantado en mucho tiempo. No sabía si me quedaba voz porque después de hacer eso, Jesús, seis semanas, seis días a la semana, cinco horas al día de hablar, hablando por un micrófono para el libro. Así que me quedé afónica”.

El último disco de Streisand saldrá a la venta el viernes (27.06.25) -con duetos con titanes de la música como Paul McCartney y Bob Dylan- y la legendaria cantante y actriz ha prometido seguir haciendo música mientras su voz se lo permita.

La artista de Woman in Love dijo: “Mientras tenga voz, me encanta la intimidad de la grabación. Me encanta ponerme delante del micrófono con la música en los oídos y cantar, y hay más canciones que quiero cantar. Incluso tengo mi lista original de canciones que quería cantar”.

Barbra hace dúo con la estrella de jazz-pop, Laufey, en la canción Letter to My 13 Year Old Self y reflexiona sobre cómo improvisaba “instintivamente” durante sus actuaciones musicales a esa edad.

La actriz de Funny Girl explicó: “La primera vez que eres adolescente, has pasado a otro nivel. Crees en ti misma, crees en tus decisiones. Crees en lo que oyes, en lo que sientes. Quiero decir, lo hice instintivamente. ¿Sabes lo que quiero decir? No sé por qué lo hice. Es la primera vez que hago una improvisación. Yo estaba de pie delante del micrófono a los 13 años y lo que ensayé con los chicos, el pianista, hice otra cosa. Y pensé: ‘¿De dónde ha salido eso? ¿De dónde la improvisación? De dónde… No sé’. Salió y me gustó. Dije: ‘Qué interesante'”.