La actriz de Friends, de 56 años, abrió las puertas de su casa de Los Ángeles a Vanity Fair, declarándola un santuario lejos de las presiones de Hollywood y del mundo en general.
Jennifer Aniston ha llenado su casa con cristales para desterrar los “nervios” negativos de la mansión.
La actriz de Friends, de 56 años, abrió las puertas de su casa de Los Ángeles a Vanity Fair, declarándola un santuario lejos de las presiones de Hollywood y del mundo en general.
Dijo, cuando le comentaron durante la charla que irradiaba tranquilidad: “¡Bien! De eso se trata”.
Al señalar hacia el exterior, añadió: “Allá afuera, causa nervios. Aquí dentro, no debería haber nervios”.
La morada de 21 millones de dólares de la actriz, ubicada en Los Ángeles, fue inaugurada por Julie Miller de Vanity Fair, quien echó un vistazo detallado al interior de la residencia para el artículo de portada de septiembre de la revista.
Al respecto, Jennifer agregó: “Básicamente, he incorporado todas las modalidades de curación para crear un ambiente tranquilo en el caos de esta maravillosa industria y del mundo en general”.
La casa cuenta con cristales que incluyen amatista en bruto y una piedra blanca para mayor claridad, un porta incienso decorado con cuervos y una selección curada de libros de diseño.
Diseñada por los arquitectos A. Quincy Jones y Frederick Emmons, la casa mantiene una atmósfera serena a través de sofás de color crema pálido, peonías blancas y velas cónicas.
Grandes ventanas panorámicas ocupan una pared entera y ofrecen vistas panorámicas desde el centro de Los Ángeles hasta el Océano Pacífico, lo que refuerza la calma similar a un spa de la casa.
El espacio carece notablemente de pantallas o ruido ambiental, lo que potencia su efecto supresor de la ansiedad.
Jennifer también compartió su pasión por el diseño de interiores, un pasatiempo que comparte con su coprotagonista de Friends de toda la vida, Courteney Cox, de 59 años.
Ella dijo: “Normalmente hablamos de diseño de interiores. A la gente le aburre muchísimo cuando nos reunimos en una habitación. Pero es lo que nos encanta. Es nuestro lenguaje de amor”.
La actriz describió que organiza su vida en torno a la arquitectura, los animales, el cabello y las afirmaciones espirituales para encontrar inspiración sin verse abrumada por el ruido de Internet.
Agregó: “Trato de mantenerme lo más alejada posible del ruido. Por suerte, mi algoritmo se basa en animales, arquitectura, cabello y afirmaciones espirituales. Así que no es tan catastrófico.
A través de la combinación de elecciones de decoración intencionales, vistas panorámicas y un entorno digital cuidadosamente administrado, Jennifer ha creado un oasis personal donde los visitantes también pueden experimentar una sensación de calma, mostró el artículo de Vanity Fair.
Jennifer Aniston llena su casa con cristales para desterrar los ‘nervios’ negativos de la mansión
