Austin Butler temió ‘morir’ cuando quedó temporalmente ciego

El actor de 34 años se dirigía a filmar The Bikeriders en 2023 cuando se despertó sobresaltado por una terrible migraña cuando su vuelo aterrizó y se dio cuenta de que había perdido la visión.

Austin Butler temió “morir” cuando quedó temporalmente ciego.

El actor de 34 años se dirigía a filmar The Bikeriders en 2023 cuando se despertó sobresaltado por una terrible migraña cuando su vuelo aterrizó y se dio cuenta de que había perdido la visión.

Así lo dijo a la nueva edición de la revista Men’s Health: “Sentí como si me estuvieran chupando la vida del cuerpo. De repente sentí una sensación de euforia y realmente pensé que me estaba muriendo”.

La vista de la estrella de Elvis lentamente volvió a la normalidad y continuó pasando el día entero trabajando en el set, atribuyendo el incidente a un efecto secundario de la falta de sueño.

Convencieron a Austin de dar la mejor actuación, tuvieron que “torturarlo” y como resultado sufrió varios problemas de salud, incluido un dolor en el pie durante meses después de promocionar Dune: Parte Dos y un dolor parecido a una apendicitis que lo hospitalizó durante una semana después de filmar Elvis.

Dijo: “Durante mucho tiempo sentí que actuar tenía que ser un proceso tortuoso y que saldría destrozado al otro lado”.

Pero mentores como Laura Dern le han ayudado a encontrar el equilibrio entre el trabajo y su salud.

Y afirmó sobre la actriz de 58 años: “Ella me está ayudando cada vez más a ver que se puede salir adelante y que quizás partes de uno se han curado, sintetizado y metabolizado. Puede ser terapéutico, de alguna manera. No tienes que destruir la luz”.

Y el actor de Érase una vez… en Hollywood ha encontrado formas de dejar de intentar borrarse de sus actuaciones.

Señaló: “En lugar de simplemente apartar partes de ti mismo e intentar fingir que no existen, es como adentrarse en las partes más desagradables de uno mismo, en las partes que no quieres ver, y encontrar una forma de integrarlas en el todo”.

Austin se esforzó tanto en su interpretación de Elvis Presley, nominada al Óscar, que necesitó trabajar con un entrenador de dialecto para deshacerse del característico acento del Rey después, y recordó haberse sentido perdido una vez finalizada la filmación.

Dijo: “Y luego, después de tres años, ya está. Y entonces me pregunto: ‘Espera, ¿en qué me concentro ahora? ¿Qué leo? ¿Qué veo? ¿Qué me gusta? Y además, no he hablado con mis amigos. ¿A quién llamo?'”.