Priscilla Presley piensa que Elvis era ‘un buen marido’, a pesar de ser infiel

La estrella de 80 años estuvo casada con Elvis entre 1967 y 1973, y a pesar de sus engaños, todavía tiene buenos recuerdos de su tiempo juntos.

Priscilla Presley piensa que Elvis era “un buen marido”, a pesar de ser infiel.

La estrella de 80 años estuvo casada con Elvis entre 1967 y 1973, y a pesar de sus engaños, todavía tiene buenos recuerdos de su tiempo juntos.

Durante una aparición en el programa Today, recordó: “Nuestra vida era muy diferente, ¿sabes? Muy, muy diferente. Y cuando él estaba en Las Vegas, ya sabes, estaba realmente retomando su carrera en Las Vegas. Teníamos una casa en Palm Springs, una segunda residencia, y yo iba allí a verla cuando él estaba en Las Vegas para ver cómo estaba. Si estaba limpia, si las empleadas domésticas habían limpiado todo antes de que él volviera”.

Priscilla recordó que el buzón de Elvis se llenaba de cartas de admiradoras. Pero aún considera que el ícono musical —fallecido en agosto de 1977 a los 42 años— fue un “buen esposo”.

Ella explicó: “Estoy leyendo el correo y las cosas que estoy leyendo realmente las desapruebo y no me gustan. Iban a ver a Elvis a casa los fines de semana cuando él iba, y era otra vida. Ahora, volvía a casa estupendo y maravilloso. Seguía siendo un buen esposo, pero éramos demasiados”.

Mientras tanto, Priscilla también sentía que estaba destinada a compartir a Elvis con sus fans.

La actriz admitió que siempre se sintió insegura durante su matrimonio, ya que temía que Elvis pudiera dejarla fácilmente por otra persona.

Priscilla, quien disfrutó de una exitosa carrera, protagonizando la serie de televisión Dallas y la franquicia de A la Pistola Desnuda, dijo en sus memorias: “Pensé: ‘Bueno, ¿y si se encuentra con alguien de quien se enamore?’. Se lo comenté y me dijo: ‘No tienes que preocuparte. Nunca tienes que preocuparte’. Pero cuando veo a estas chicas hermosas pasando el rato, pienso: ‘¿Será esa la indicada?’. No podría vivir una vida en pánico todo el tiempo, pensando que podría perderlo a manos de otra persona”.