Julia Fox asegura que su disfraz de Halloween rinde homenaje a la ‘extraordinaria valentía’ de Jackie Kennedy

La estrella fue criticada tras asistir a la fiesta de Julio Torres con un traje de falda rosa salpicado de sangre, un sombrero y guantes blancos, imitando el atuendo de la entonces Primera Dama cuando su esposo, el presidente John F. Kennedy, fue asesinado.

Julia Fox ha insistido en que su disfraz de Halloween rendía homenaje a la “extraordinaria valentía” de Jackie Kennedy.

La estrella de 35 años fue criticada tras asistir a la fiesta de Julio Torres con un traje de falda rosa salpicado de sangre, un sombrero y guantes blancos, imitando el atuendo de la entonces Primera Dama cuando su esposo, el presidente John F. Kennedy, fue asesinado en noviembre de 1963, pero ella se ha defendido en medio de acusaciones de ser “insensible”.

Al compartir fotos suyas con el atuendo, Julia escribió en Instagram: “Estoy vestida como Jackie Kennedy con el traje rosa. No como un disfraz, sino como una declaración. Cuando asesinaron a su esposo, se negó a cambiarse la ropa manchada de sangre, diciendo: ‘Quiero que vean lo que han hecho’. La imagen del delicado traje rosa salpicado de sangre es una de las yuxtaposiciones más impactantes de la historia moderna. Belleza y horror. Elegancia y devastación”.

Su decisión de no cambiarse de ropa, incluso después de que la animaran a hacerlo, fue un acto de extraordinaria valentía. Fue performance, protesta y duelo a la vez. Una mujer que utilizó su imagen y su gracia como armas para denunciar la brutalidad. Trata sobre el trauma, el poder y cómo la feminidad en sí misma es una forma de resistencia. ¡Larga vida a Jackie O!

Jack Schlossberg, nieto de John y Jackie (quien murió en 1994 a los 64 años), fue uno de los que criticaron a Julia.

Escribió en X: “Que Julia Fox glorifique la violencia política es repugnante, desesperado y peligroso. Estoy seguro de que su difunta abuela estaría de acuerdo”.

Jackie fue fotografiada vistiendo esa ropa inmediatamente después de la muerte de su esposo, junto a Lyndon B. Johnson, quien entonces era vicepresidente.

El historiador Steve Gillon declaró previamente a la revista People en 2022: “De hecho, tenían otro vestido preparado para que se lo pusiera y ella se negó. Salió con su traje manchado de sangre y se colocó junto a Lyndon Johnson. A pesar de estas horribles circunstancias, accedió a posar para una foto porque comprendía lo que significaba para la nación tener continuidad en el gobierno. Ella comprendió que tenía un papel que desempeñar para ayudar a la nación en la transición hacia un nuevo presidente”.

Según The New York Times, la ropa, incluyendo sus zapatos, bolso y medias, estaba “cubierta de sangre y doblada en una toalla” tras el tiroteo fatal.

Los documentos se conservan en las instalaciones de la Administración Nacional de Archivos y Registros en Maryland.